
La logística, especialmente en el sector del comercio electrónico, enfrenta presiones de múltiples crisis y tendencias simultáneamente. Durante la pandemia de COVID-19, el comercio electrónico floreció y los volúmenes de envíos aumentaron dramáticamente. Aunque la tasa de crecimiento se ha moderado ligeramente, los envíos de pedidos en línea siguen siendo significativamente más altos que los niveles previos a la pandemia. Si bien las sólidas ventas en línea son positivas para los minoristas, pueden presionar las capacidades logísticas, especialmente durante períodos de auge como la temporada navideña.
Además de los desafíos operativos logísticos, el aumento de costos de energía, transporte y mano de obra se ha vuelto difícil para las empresas compensar con precios más altos o cargos de envío. En el clima económico actual, los clientes son sensibles al precio, pero sus expectativas siguen siendo altas: esperan una entrega rápida y preferiblemente gratuita de sus compras en línea.
Los minoristas no solo enfrentan desafíos en la entrega de pedidos en línea, sino que también experimentan altas tasas de devoluciones que varían según la categoría de producto. En el caso de la ropa, 6 de cada 10 envíos son devueltos. Los costos de manejar estas devoluciones son inmensos. Como resultado de las devoluciones, la temporada alta para la logística del comercio electrónico ahora se extiende hasta febrero, ejerciendo una presión significativa sobre la infraestructura y el personal.
En general, el trabajo en almacenamiento y logística es difícil de conseguir y escalar hacia arriba y hacia abajo para las actividades de temporada alta. Es físicamente exigente y muchas operaciones funcionan las 24 horas del día. La escasez de mano de obra ha planteado desafíos notables durante años, incluso después de la pandemia y la recuperación de la cadena de suministro, y a menudo falta personal calificado.
Como se ve en todas las industrias, los diversos desafíos que enfrentan las operaciones logísticas requieren una mayor digitalización y automatización para mantenerse competitivos. ¿Qué implica esto para las empresas y los minoristas de comercio electrónico?
No se debe imaginar un almacén completamente vacío donde robots y cintas transportadoras manejan los envíos por sí solos. La automatización adopta diversas formas, y es fácil comenzar de a poco, como con estaciones de trabajo manuales equipadas con sensores de cámara en lugar de escáneres manuales, o con un sistema de clasificación que mueve automáticamente los paquetes a los contenedores correctos.
Las aplicaciones de automatización logística siempre se basan en el mismo principio. Los datos se recopilan digitalmente de los paquetes mediante sensores, incluyendo dimensiones, peso, estado, etiquetas, códigos, marcas, fotos e imágenes 3D. Con base en los datos recopilados, se pueden automatizar procesos posteriores como la clasificación y el etiquetado, o los procesos manuales pueden ser apoyados digitalmente en áreas específicas.
¿Cuáles son los objetivos? Acelerar los tiempos de procesamiento, ahorrar mano de obra, facilitar las tareas arduas y reducir las tasas de error. ¿Cómo afectan estas ventajas a las tres áreas de la logística del comercio electrónico?
Los sistemas existentes deben mejorarse con las capacidades necesarias, por ejemplo, tecnologías como OCR (reconocimiento óptico de caracteres) y RFID. El equipo y el software de gestión de almacenes deben ser capaces no solo de capturar datos de los sistemas de cámaras, sino de procesarlos y utilizarlos. Si bien la automatización y la digitalización requieren inversiones significativas, las posibilidades de datos y las optimizaciones de procesos es donde se encuentra el ROI.

Ante las presiones duales del aumento de los volúmenes de envío y las expectativas de los clientes, estas tecnologías no solo sirven como herramientas de eficiencia, sino como elementos fundamentales para redefinir cómo se reciben, envían y devuelven las mercancías en una era digital.
La transición a la automatización puede ser especialmente desafiante para las pequeñas empresas que han estado procesando todos sus envíos de pedidos manualmente. Para las empresas minoristas y de comercio electrónico que luchan por saber por dónde empezar con la automatización logística, es importante evaluar cuidadosamente qué tecnologías se adaptan mejor a sus necesidades específicas. Identificar requisitos, como volumen, seguimiento de datos y tipos de etiquetas, es el mejor lugar para empezar. Una vez que las tecnologías han sido identificadas e implementadas, los empleados deben ser capacitados para los nuevos sistemas, y pueden ser necesarias nuevas habilidades. Las tareas cambiarán de tareas manuales y repetitivas a la monitorización y control de los sistemas y software.
A menudo es fundamental para las empresas adoptar la automatización para seguir siendo competitivas. Sin embargo, es importante no excederse y considerar avanzar en etapas, transformando un proceso a la vez. Comience automatizando los procesos que prometen el mayor o más rápido retorno de la inversión.
La automatización en la logística del comercio electrónico es fundamental para ser competitivo y rentable. Crea eficiencias que también ayudan a las empresas a ser más sostenibles y conservar recursos. Estas inversiones realizadas hoy son inversiones en el futuro. Solo con logística automatizada las empresas de comercio electrónico pueden continuar creciendo y enfrentar los desafíos del mercado exigente.