
La congestión del tráfico es un problema global que afecta negativamente a la seguridad, la economía y el medio ambiente. El aumento de la congestión conduce a tiempos de viaje más largos, más accidentes y mayor consumo de combustible. Además, la contaminación del aire aumenta: la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que la contaminación del aire ambiente (AAP) causó 3.7 millones de muertes a nivel mundial en 2012, con la mayoría ocurriendo en países de ingresos bajos y medianos. El tráfico es un contribuyente significativo a la contaminación del aire exterior en las áreas urbanas.
El transporte urbano representa el 40% de las emisiones de CO2, con el transporte por carretera responsable de aproximadamente el 70% de otros contaminantes en la Unión Europea. De esto, en promedio, las emisiones de CO2 de los automóviles diésel (127.0 g CO2/km) están ahora muy cerca de las de los automóviles de gasolina (127.6 g CO2/km). La diferencia de 0.6 g CO2/km fue la más baja observada desde el inicio del monitoreo de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos contribuyen al calentamiento global, mientras que las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y monóxido de carbono (CO) son perjudiciales para la salud humana.
Observando el tráfico en los Estados Unidos, por ejemplo, se hace evidente que contribuye a la emisión significativa de compuestos orgánicos volátiles (COV), óxidos de nitrógeno (NOx) y monóxido de carbono (CO).
Los gobiernos y las autoridades han introducido diversas estrategias de gestión del tráfico para abordar estos problemas. Estas estrategias incluyen la mejora de la infraestructura vial, la promoción del transporte público basado en carretera, las restricciones de operación y precios, soluciones tecnológicas, campañas de concienciación, gestión de la velocidad y control del flujo de tráfico. Sin embargo, la efectividad de estas estrategias puede variar dependiendo de la ubicación y las condiciones del tráfico.
Sin embargo, algunas estrategias de aplicación pueden tener consecuencias no deseadas. Por ejemplo, establecer zonas de bajas emisiones (LEZ) para restringir vehículos en ciertas áreas puede reducir las emisiones dentro de la zona pero potencialmente aumentar el volumen de tráfico en otras áreas debido a que los conductores eligen rutas alternativas. Ejemplos de este escenario se pueden encontrar en países europeos como Alemania y el Reino Unido, donde ya se implementan zonas LEZ.
Los Sistemas de Transporte Inteligente (STI) ofrecen tecnologías avanzadas para reducir el impacto de la congestión del tráfico. El STI implica la aplicación de sistemas de computación, procesamiento de información, comunicación y control para mejorar la eficiencia y capacidad de la infraestructura vial existente. Al optimizar el tráfico vial, el STI busca mejorar la seguridad del conductor, reducir el consumo de energía y mejorar la calidad del medio ambiente.
El Dr. Ing. Youssef El Hansali, CEO de VITRONIC Machine Vision Middle East LLC, forma parte de un instituto de investigación internacional que examina este fenómeno. El Dr. El Hansali, como parte de uno de sus estudios de investigación, publicó hallazgos sustanciales en este dominio.
Para evaluar el impacto potencial de las estrategias de control del tráfico en la reducción de las emisiones del tráfico y en la mejora de la calidad del aire, el estudio se centró en tres estrategias típicas:
El estudio comparó los cambios en la calidad del aire resultantes de estas estrategias con un escenario de referencia (el mejor caso o el más factible). Los hallazgos pueden ayudar a los responsables políticos a identificar las estrategias más efectivas en condiciones de tráfico y ubicación diferentes.
En general, estas estadísticas destacan los distintos impactos de diferentes estrategias de control del tráfico en contaminantes específicos. Las restricciones de velocidad demostraron ser altamente efectivas para reducir las emisiones de CO, mientras que las estrategias de Zonas de Baja Emisión demostraron reducciones significativas en las emisiones de NOx, VOC y PM10. Estos hallazgos apoyan la importancia de implementar y hacer cumplir medidas de tráfico para lograr mejoras sustanciales en la calidad del aire y la sostenibilidad ambiental.
El control del tráfico desempeña un papel vital en la reducción de la congestión del tráfico y en la mejora de la calidad del aire. Las estrategias de gestión del tráfico, respaldadas por una aplicación constante, son esenciales para lograr sistemas de transporte urbano sostenibles. Los Sistemas de Transporte Inteligente (ITS, por sus siglas en inglés) ofrecen soluciones innovadoras para optimizar el tráfico vial y minimizar los impactos ambientales. Evaluar el impacto potencial de las estrategias de control del tráfico utilizando modelos de emisiones puede ayudar a los responsables políticos a identificar las medidas más efectivas para reducir las emisiones del tráfico y mejorar la calidad del aire. Al combinar estrategias de aplicación efectivas con tecnologías avanzadas, las ciudades pueden crear sistemas de transporte más eficientes y respetuosos con el medio ambiente para un futuro mejor.
Al observar los efectos que las medidas activas crean para mejorar la calidad del aire, algunas preguntas permanecen. Si bien cumplir con los límites de velocidad es una de las medidas para reducir el CO2 del transporte, la correspondencia con los límites de velocidad necesita ser aplicada para garantizar que los efectos realmente se creen. Para asegurar que los usuarios de las vías cumplan con las restricciones de velocidad, los sistemas de VITRONIC realizan una importante contribución. Los sistemas de control del tráfico estacionarios, semifijos y móviles pueden apoyar a los gobiernos en la aplicación de límites de velocidad en diversas condiciones y contribuir directamente a una menor contaminación del aire.
Sin embargo, el amplio portafolio de productos de VITRONIC también pone un foco en la implementación de Zonas de Baja Emisión. Los sistemas avanzados de reconocimiento automático de matrículas (ANPR, por sus siglas en inglés) ya están en uso en todo el mundo para asegurar el cumplimiento con zonas designadas. Los sistemas interconectados funcionan en un entorno de sistemas y bases de datos para supervisar si los vehículos pueden acceder a una determinada área. Además de las funcionalidades ANPR, los sistemas de VITRONIC clasifican con precisión los vehículos, haciendo posible hacer cumplir infracciones tales como la entrada en zonas prohibidas por un camión.