
Y esta tendencia se mantiene. Los proveedores internacionales de CEP siguen haciendo frente a esta presión. Se convirtió en la “nueva normalidad”, al igual que el trabajo desde casa o la medicina a distancia. En Estados Unidos y en el resto del mundo, el pico de las compras por comercio electrónico no se registra entre el Día de Acción de Gracias/Black Friday y Navidad, sino que estamos asistiendo a picos de volumen que continúan a lo largo de todo el año. Sin duda, la pandemia ha provocado un aumento de los envíos.
No es ningún secreto que la pandemia ha presentado varios problemas en la cadena de suministro, especialmente en el sector del comercio electrónico, donde los clientes esperan que las mercancías se entreguen con mayor rapidez y precisión que nunca, mientras que el mercado laboral se esfuerza en seguir el ritmo de la creciente demanda en el sector logístico. Entonces, ¿cómo pueden seguir siendo competitivos los minoristas y las empresas CEP? ¿Qué deben hacer exactamente para ofrecer a los consumidores las opciones -y el servicio- que esperan?
Empresas como Amazon han creado una atmósfera de gratificación instantánea. Hay tolerancia cero para los retrasos y muy poco margen de error. Imaginemos, por ejemplo, que visita una tienda de ropa en línea y descubre que a la marca le faltan tres colores, dos tallas y varios estilos. En vez de confiar en procesos humanos que consumen mucho tiempo, el minorista podría recurrir a la automatización. Podrían conectar varios almacenes mediante IA, resolviendo los problemas de disponibilidad de los productos y dando acceso a los consumidores a todo el inventario de la marca en distintas ubicaciones. ¿Esto por qué es importante?
Las funciones seguimiento y localización presentan más complicaciones. Ahora, los consumidores pueden saber en qué fase del proceso logístico se encuentran sus pedidos, lo que ofrece una visibilidad sin precedentes. Esta visibilidad exige una mayor responsabilidad por parte de los minoristas y las empresas de reparto. Sin embargo, durante los procesos manuales se producen errores. Por lo tanto, son necesarias soluciones de automatización fiables para aumentar significativamente la precisión y ayudar a que los paquetes se entreguen a tiempo en el destino correcto.
La automatización también es clave para resolver otros dos importantes retos relacionados con la mano de obra a los que se enfrentan las empresas logística:
La automatización moderna puede ayudar a las empresas de correos y paquetería a mantener el ritmo del volumen de negocio que manejan, aunque a veces resulte difícil encontrar los recursos necesarios. Varios operadores de reparto de paquetes y almacenes tienen dificultades para contratar personal para sus procesos manuales. Esto suele deberse a la mayor competencia resultante de otros empleos mejor pagados y más “atractivos”. Además, muchas empresas de logística tienen una plantilla envejecida que habrá que sustituir en los próximos años. Estas tendencias, en particular los retos laborales a los que se enfrentan las empresas de reparto de paquetes, acentúan la necesidad de invertir en automatización.
Además, gran parte de las tareas cada vez más complejas ya no pueden ser ejecutadas por humanos. Por ejemplo, la automatización puede mejorar la seguridad y la ergonomía de los trabajadores. Hay muchas tareas del proceso de entrega de paquetes que pueden resultar inseguras para el ser humano, por ejemplo, el contacto con materiales peligrosos durante la carga y descarga. Por otro lado, la capacidad de identificar y procesar de forma precisa y automática datos como códigos, caracteres, pesos, dimensiones, tipo de paquete y riesgo de material resulta esencial para aplicaciones clave como la captura de datos, la clasificación, la inspección, la recuperación de ingresos, las devoluciones, la optimización del flete y la capacidad de realizar un seguimiento del paquete a lo largo de todo su trayecto desde el expedidor hasta el cliente. Las soluciones de automatización inteligentes garantizan la recopilación de petabytes de información correcta, algo que los humanos no pueden procesar.
Para hacer frente al creciente número de envíos, se necesita una combinación única de robótica, sistemas de manipulación de materiales y tecnología de identificación automática que clasifique los paquetes para su envío a los centros de expedición, con objeto de gestionar el creciente número de paquetes de comercio electrónico que entran cada día en los sistemas de las empresas de logística.
Nuestros clientes se interesan especialmente por sistemas que proporcionen datos para un flujo de procesos fluido y el seguimiento de sus mercancías. Los datos son necesarios para verificar los gastos de envío en ambos extremos, tanto para el cliente como para el proveedor de CEP.
Por ello, ahora más que nunca, observamos un aumento de la demanda de clasificación automatizada de paquetes. Según el informe “Courier, Express and Parcel (CEP) Market” (consulte la nota a pie de página), el creciente sector del comercio electrónico, junto con el aumento del comercio transfronterizo, es uno de los principales motores del crecimiento del mercado CEP. Los expertos del mercado esperan un crecimiento en CAGR del 5,2 % durante 2021-2026. Y este aumento de los envíos también tendrá un impacto directo en los proveedores de soluciones de automatización globales, especialmente los sistemas de clasificación, los cuales se prevé que alcancen la marca de aproximadamente 2.000 millones de dólares en 2027.
La automatización favorece el crecimiento previsto del comercio electrónico. Cuando los volúmenes de paquetes de comercio electrónico se dispararon durante la pandemia, los procesos y equipos existentes, como ya se ha mencionado, lucharon por mantener el ritmo. Estas limitaciones subrayan la necesidad de invertir en soluciones de automatización que puedan ampliarse fácilmente para satisfacer las crecientes demandas y adaptarse rápidamente para gestionar los aumentos de volumen durante los periodos punta (por ejemplo, durante las vacaciones).
Un estudio actual de Roland Berger revela también que la automatización contribuirá a reducir los costes logísticos entre un 20 y un 40 por ciento y a aumentar la productividad entre un 25 y un 70 por ciento para 2025.