
Es más que frecuente no poder procesar de manera automática los paquetes pequeños y medianos sin códigos de barras y las etiquetas estandarizadas. La clave es la tecnología de automatización moderna. Gracias a la tecnología OCR inteligente y los sistemas de clasificación modular es posible mejorar la eficiencia de las cadenas de suministro internacionales.
Los números hablan por sí solos. Con aproximadamente 265 millones de compradores en línea en 2014, podemos esperar perfectamente 940 millones en 2020. Se trata de un incremento de más del 250 por ciento en solo seis años.
Si bien es cierto que el comercio internacional recibe este crecimiento con brazos abiertos, la entrega de paquetería tiene que hacer frente a un gran desafío. Normalmente, los sistemas de clasificación estándar desvían los paquetes sin códigos de barras y las etiquetas estandarizadas que pasan por la cinta transportadora para un procesamiento manual posterior. Como consecuencia, aumenta los costes de personal y los tiempos de entrega.
El servicio postal y los servicios CEP (proveedores de servicios de mensajería, paquetería y envíos urgentes) tienen que poder gestionar envíos transfronterizos, que requieren mucho más tiempo y esfuerzo. Los tiempos de entrega se demoran debido al gran número de envíos que requieren procesamiento manual. En algunos casos, la clasificación manual ha llegado a su límite y, en el peor de los casos, el paquete nunca llega a su destino.
Otra desventaja es que el seguimiento de los envíos en tránsito desde el centro de distribución hasta el destino final se complica notablemente. Sin un enlace digital entre los datos del destinatario y el paquete, resulta imposible realizar un seguimiento continuo del paquete por cada uno de los países. Algo muy molesto tanto para el vendedor como para el destinatario.
Los envíos transfronterizos implican numerosos retos tanto para los vendedores como para los proveedores de servicios de correo y paquetería del país de destino.
Los retos que debe afrontar el envío transfronterizo están estrechamente relacionados con el tipo de sistema de envío utilizado. Normalmente, para el transporte de mercancías de comercio electrónico internacional se utilizan sistemas abiertos. En este tipo de sistemas, los servicios de entrega de paquetes involucrados son independientes entre sí. Esto significa que no existen etiquetas de envío estandarizadas, códigos de seguimiento o paquetes que puedan ser clasificados con máquinas.
Las desventajas de los sistemas abiertos de envío son evidentes. Los sistemas de clasificación llegan al límite, los empleados deben procesar manualmente los envíos, lo que implica tiempo y dinero, y las aduanas hacen que todo el envío se convierta en pérdida en lugar de en beneficio.
Además, los sistemas cerrados ni siquiera son siempre económicos, sobre todo cuando se envían mercancías de escaso valor internacionalmente. Si bien los proveedores de servicio universal como UPS, DHL y FedEx son más rápidos y transparentes, un sistema cerrado difícilmente supone alguna diferencia en para el envío estándar de paquetes debido a su estructura de costes.
La clave para una gestión más eficiente de los envíos transfronterizos es la tecnología del sistema de clasificación. Actualmente, la tecnología de automatización innovadora es, en cierto modo, la propulsora de la gestión de paquetería controlada por equipos en los centros de distribución.
La digitalización de la gestión de envíos se centra en dos de las principales tareas: captura y ordenación de datos. Incluso hoy en día, estas tareas resultan tediosas y costosas, aunque podrían automatizarse fácilmente con la tecnología adecuada.
Gracias a la innovadora tecnología de reconocimiento óptico de caracteres (OCR), es posible capturar de manera fiable los datos de envío internacionales sin una etiqueta estandarizada. Desde caracteres extranjeros a escritura a mano prácticamente ilegible, el software de OCR de alto rendimiento es capaz de gestionar con facilidad incluso las tareas de lectura más complejas actualmente.
Si la captura de datos no funciona, a pesar de esta tecnología puntera, se envía una imagen del paquete a una estación de trabajo informatizada. A continuación, el sistema utiliza la codificación de vídeo para rellenar los datos que faltan, lo cual convierte las demoras a la expresión mínima.
Además de la captura de datos, la clasificación automática de envíos también supone un reto para el transporte internacional de mercancías. Los equipos in situ de clasificación de cartas y paquetes suelen estar desbordados por los inusuales tamaños y medidas de los envíos.
Pero hoy ya existen soluciones que dan respuesta a estas necesidades de los envíos transfronterizos a través de sistemas modernos y completos. Gracias a una automatización masiva de la cadena de suministro, el flujo internacional se vuelve más rápido, más transparente y más eficiente. Las soluciones inmediatas reducen las tareas manuales a un mínimo aceptable.